16 de enero de 2009

Chepina e Igor


- ¿Y cuál me recomiendas?- casi le susurré al vendedor, me daba mucha pena, le pedí que mejor me atendiera una chica, pero por la mirada que me hizo, desistí de la petición. Después de una amplia demostración de modelos, formas, colores, funciones y de precios; debía tomar una decisión o la cuenta, más bien reflejaría el costo de la exposición mercantil.

-Depende de lo que estes buscando, pero en cuestión de funcionalidad y características, yo te recomiendo... Éste!!!

Abrí los ojos del tamaño de un huevo cocido, era el modelo de 20, color morado y batería recargable, 5 velocidades y 4 movimientos distintos. El precio era lo de menos.

En mi primera ida a una sex shop, compré a Igor (así lo llamo). Debo admitir que tenía mucha pena (o pudor) para entrar a un lugar así. Aunque saliendo de ese lugar corrí al OXXO más cercano y compré de esas baterías portátiles que duran, duran y duran.

No aguanté la tentación, desde que Fabricio me dejó por otra vieja (hace como 8 meses), no he tenido sexo con nadie; ni siquiera en mi imaginación. Ninfa (vaya el nombrecito que se buscó Epifanio ahora que usa tacones), me convenció y tiene razón: ya fue mucho tiempo para estar de luto.

Me subí al Chepimóvil (mi Tsuru blanco del 98), le puse las pilas necesarias y estrené a Igor. Al principio, fue algo medio incómodo y difícil de maniobrar, pero después del segundo semáforo y aspirar profundamente, Igor embonó, yo flojita y cooperando, música intensa en el radio (encontré en la guantera un cassette de Bon Jovi donde grabé Always) y el camino fue maravilloso.

Pero quizás, haya vivido los 10 minutos más ricos de toda mi vida, hasta ese momento. También es un milagro que Los 400 pueblos hayan cerrado Insurgentes y el tráfico estuviera insoportable.

Y le dí una segunda oportunidad a Igor (lo siento!)... y una tercera... la cuarta simplemente fue de pensamiento, porque entonces ya no tendría fuerza en las piernas y en los brazos para manejar; jamás había cantado con tanta emoción canciones de Bon Jovi... Ni de haber fingido un orgasmo.

Desde ese día hasta la fecha, ruego que haya una manifestación, un paro o una peregrinación para poner de nuevo ese viejo cassette de Bon Jovi, sacar las pilas que duran, duran y duran y sacar a pasear a Igor.

Hace mucho que no me acuerdo de Fabricio, sólo cuando en medio de un orgasmo grito:

-Fabricio... Eres un pendejo, no soy FRÍGIDAAAAAAAAAHHHHHHH!!!!!!!!!!!



¿Por qué rayos, los hombres siempre dicen que una es frígida cuando queremos platicar con ellos acerca del sexo?

Hasta el momento, Igor y yo tenemos una relación abierta y una excelente comunicación; ni es celoso... ni infiel.

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