14 de septiembre de 2010

Sweet Angel.

Aplicaré la trilladísima:


"¿Por qué maldita maldición no se me ocurrió eso?"

Lo que me causa terror, es darme cuenta que estas nuevas criaturas de siglo XXI están muuuuy adelantadas intelectualmente; les dejó una pequeña muestra y al término, díganme...

¿¿¿Ahora quién tiembla maldita y estúpida Elba Esther???

Muajajajajajaja...


3 de septiembre de 2010

All you need is... pain


Recuerdo que hace unos años, en una película de la cual no me logro acordar, hubo una frase que inconscientemente se quedó en una neurona olvidada y en estos meses, fue como una manda:


"El dolor es el mejor amigo del humano, porque le recuerda que aún está vivo."

Los sueños, duelen.
Los fracasos, duelen.
Triunfar en la vida, duele.
Ser uno mismo, duele.
Tener un hijo, duele.
Sembrar un árbol, duele.
Crecer y madurar, duele.
Amar, duele.
Ser feliz... invariablemente duele.

Puede ser que lo único que en esta vida no duela, sea la muerte y hasta ahora, no conozco a alguien que me rebata ese punto.

Cuando uno se aventura en la escritura, como un juego o una pasión, se tiene claro que implícitamente salen a la luz esas partes de nuestra personalidad oculta, nuestros múltiples lados oscuros, traumas y miedos.

Quién pensaba que las palabras hiladas sólo son eso, es un estúpido; interpretar el mundo a través de nuestros ojos, no puede separarse de nuestras emociones e ideas. La inspiración es otro placer sublime parecido a un orgasmo, sólo sabemos que existe si lo sentimos y nos gusta, nos agrada... nos enloquece.

Me he pasado largas horas escuchando a mis interlocutores más queridos o los más pseudo intelectuales, cuál es su idea u opinión sobre qué es el amor. Es una pregunta cursi y que, según mi apreciación, debería contestarse sin complicaciones.

A diferencia de cuando pregunto una dirección que desconozco, pregunto a dos o tres personas sobre eso, si dos de ellas coinciden, entonces me enfilo sin duda según sus indicaciones.

Pero el amor, desafortunadamente no es una dirección y aún no he escuchado dos discursos que concuerden; pero la respuesta que más me ha gustado, quizás por su sentido romántico (en el más estricto sentido de la expresión, como corriente filosófica) es aquella que conocí, sentada en el piso del zaguán de mi casa, justo debajo de ese gran farol de luz blanca como de morgue y la luna se encontraba en su punto más alto:

"El amor es un acto de fe."

Según yo, la fe es una de las pocas cosas que no pueden juzgarse ni comprobar. Siguiendo estas premisas:

"El amor no puede comprobarse ni juzgarse."

¿Para qué todo este rollo? Para convencerme, por enésima vez en este lapso de ayuno literato y blogueril, que estuve (2 veces), estoy JODIDAMENTE enamorada y que no tengo ni la más mínima idea de saber si soy o no correspondida... y por el momento no me importa.

Entonces, el sueño que anteriormente publiqué, tiene sentido... que las señales que recibía incesantemente y de modo maquiavélico, tienen sentido y que esa predisposición a escuchar el trino de los pajarillos y las campanas al viento (adivinen!!! ¬¬), tiene sentido.

Y como es de esperarse en esta vida, si no duele no es real... duele y mucho; si todo en esta vida fuera fácil, nada se valoraría. Así es esto de las gelatinas, diría Doña Lucha.

Aunque el código masculino (y su naturaleza ambigua ¬¬) sean todavía algo que no logro entender... tengo Fe.



Ahora ya no importa que me hayan roto el corazón y que su presencia sea intermitente, de algún modo sádico... haría lo mismo.

(Lo bueno: Ha muerto el Rey Moro!!! pero esa es otra historia ¬¬)

7 de mayo de 2010

Por nuestros hermanos sin voz.


Hoy y siempre por ellos.

Para más información:





29 de abril de 2010

Chunche Chachachá.

Aún cuando los años pasen, que los rasgos maduren y que las actitudes cambien... de vez en cuando, hay que sacar a jugar al niño interno!!!



23 de abril de 2010

Dejarme ir...



-¿De qué depende?


Curiosamente me preguntaron... 3 veces escuché la pregunta; de distintas personas, pero con una misma connotación.

Me llamó la atención que me lo preguntaran justamente a mí; hecho que me halagó, por un momento. Después, me dí cuenta que, más allá del simple hecho de pedir alguna opinión o escuchar lo que tenía que decir al respecto, lo que mencionara iría más allá de una simple plática entre amigos.

Era como escudriñar en un terreno que implica más que 'romper el hielo'. No sólo era el terreno sexual, al menos mi respuesta no se quedaba en eso.

Esto viene al caso, porque hace unas noches, algo cambió. La pregunta fue una antesala que por azares del destino, se me debía plantear.

¿Es posible soñar una emoción? No hablo de sólo soñar, sino del hecho de vivir plenamente un sentimiento que racionalmente, va más allá del sueño. Yo pensaba que no, por el simple hecho de que creía en el cuento de que si te pellizcas y no te duele... era un sueño.

-¿De qué depende qué?
-Que tu pareja tenga un orgasmo contigo, ¿Sólo con tocar? ¿Importa el tamaño? ¿Desde el principio debo atacar el terreno y emplear mis métodos hasta conseguir que lo sienta?
-No... es un todo. No sólo depende de tocar fuerte o suave, de acariciar hasta que se desgaste la piel o durar horas; es un todo.

Es un todo: la química con la pareja, sentirte cómodo con esa persona, las miradas, las caricias, lo que no se dice, lo que se ignora; no es sólo emplear boca, manos y genitales, no es sólo coito, no sólo es amor; incluso se puede prescindir de cualquiera y aún así, es un todo.

No sé si mi respuesta les convenció, pero estoy convencida de eso, completamente. El sueño vino después; fue uno de esos sueños de los que no quieres despertar y sabes que no quieres despertar y luchas por no hacerlo; aprietas lo ojos para no dejar entrar ningún rayo de luz y te aferras a no dejar ir ese mundo.

Pero en algún momento, tuve que despertar y dejar ir ese momento, esa sensación de plenitud; me prometí hacer lo posible por no dejar morir ese recuerdo onírico que no sabes hasta qué punto fue real.

Y me pregunté si no quería luchar por un sentimiento que duró un instante, lo hiciera por el resto de mi vida; aunque viniese de un sueño. Al responderme afirmativamente, me sentí absurdamente cursi por sentirme 'dueña del mundo' y me dio miedo por enfrentarme a algo desconocido, porque eso es lo que es para mí... algo desconocido pero poderoso, hermoso.

Ni siquiera sé como explicarlo para darles una mejor idea, como lo pregunté alguna vez: ¿Cómo explicas un sueño sin que al hacerlo, deje de serlo?

Tengo que ser realista, sé que hay cosas que deben terminar, debo dejarlas ir... no se puede meter algo donde no hay espacio, por decirlo de algún modo. En el fondo, sabía que en algún momento lo tenía que decidir y lo tendría que hacer; y no quería que ese momento llegara, porque me encontraba en una zona de confort tan enferma que no avanzaba, ni para adelante ni para atrás.

Muchas veces (la mayoría), conocemos las respuestas pero tememos al hacer las preguntas o evadimos hacer las correctas; pero sabemos las respuestas contundentemente. Así que me pregunté, no hay peor juez que uno mismo, siempre lo he dicho: no engañarás a nadie tanto como lo hagas contigo mismo; el único que conoce tus faltas y puede reclamar tus culpas está en el espejo... y torturas de ese estilo.

Aún creo que soy una inmadura testaruda, lo malo es que luego me llegan chispazos que me mueven el piso y desearía ser más idiota para pasarlos por alto, pero no soy así. No después de todo lo que he experimentado hasta llegar aquí y ahora.

Jamás me hubiese imaginado que un sueño (literal) me cambiara muchas cosas; pero de algún modo, me alienta para ser mejor persona y para dejar fluir lo que tenga que ser... aunque en el fondo sepa que por mucho tiempo, traté de mantener el control, tal vez de forma absurda.

Tal vez mi todo se halló en un roce, en un simple roce onírico...

16 de abril de 2010

Alberto Montt y sus monerías.

Este post es realizado, gracias a la aportación de la Mafalda (una tipeja igual de loca que yo, pero a la maldita le envidio su foto con Vicentico!!!) que en un afortunado correo que envió a mi ya absurdo mail, me puso al tanto de este artista gráfico:


Aquí, una pequeña muestra y si se animan a ver el resto... ya saben dónde clickear.

14 de abril de 2010

Quién me ha robado el mes de abril???



O lo que es:

"¿Ahora quién podrá ayudarme?"

Pues resulta que por pacheco y algo senil, al adorable trovador españolito de Sabina se le 'chispotió' al soltar sendo comentario sobre la 'inocencia' del Presidente Felipe Calderón y su pelea contra el crimen organizado/narcotráfico en el país; dando por entendido (el secreto a voces) de que la policía mexicana está coludida con toda la red distribuidora de drogas.

Aquí el resumen informativo de la 'afrenta':

Sabi dijo, Gómez Mont respondió.

Y por si no conocen la Constitución Mexicana, aquí el Artículo 33.

Queda claro que, a Sabina le faltó Diplomacia y a Gómez Mont... ¿Mota? Lo acertado del asunto fue que el Secretario de Gobernación, contestó al comentario con astucia, no cayendo en provocaciones fáciles ni dando tumbos; en este aspecto, el funcionario público ha dado muestras de no estar buscando simpatías para poder postularse como próximo Presidente (recordemos la vieja costumbre presidencialista de sexenios pasados: binomio SEGOB = Banda presidencial) y pone en claro las posturas que se deben tomar ante la opinión pública, al menos en este caso.

Ahora, ¿Qué necesidad tenía Sabina de volver a decirlo? Total, en todos lados se cuecen habas y si de legalizar dependiera el consumo de drogas, sobre todo de las naturales - suaves - terapéuticas, él ya no lo haría por recreación... y quién sabe cuántas canciones se le habrían ido de las manos si no fuera por la 'musa' de su inspiración...

¿Y si hubiese tenido enfrente a Hugo Chavéz? (Igual le besa los empeines).
¿Y si estaba pachecón?

Lo cierto es que, al igual que Ricky Martin: ni sabía de su vida, ni sabía que estaba en México... ¿o será por eso?

¡Ah qué puntadas del mundo farandulero!

¿Qué sigue: Kalimba en la ONU?


(Si me dicen a quién le robé esta frase... les beso los empeines)