8 de julio de 2009

Te contaré una historia.

Tiene un principio, un clímax y un final... todo depende de cómo te la cuente, ¿o no?



Por desgracia, algunas de esas historias llegan a tener continuación; que no resulta ser del todo buena idea.

Pero, ¿cómo se le hace? ¿cómo se le pone un punto final cuando se le vuelve a ver y te rindes, te deja sin fuerzas de voluntad y la única opción viable en ese momento, es perderte entre la gente, el alcohol y se quede, ahí parado ante tu amiga sintiendo esa mirada penetrante por la espalda?

Lo peor, es reconocer su rostro en plena oscuridad y sonreír, que te brillen los ojos cuando contemplas su sonrisa, abierta, fresca... y podría mirar a todos lados sin objeción, pero no hubo manera de ignorarlo, de pasar de largo sin verlo...

Tortura psicológica para féminas.

Precauciones y reacciones secundarias:

Las mujeres, por naturaleza, analizan (cuando les conviene) hasta el más mínimo detalle; se solicita precaución en el comportamiento que se muestre ante ellas, pero como los hemisferios masculinos trabajan por separado (por naturaleza), se les solicita a las féminas no darse por enteradas del 80% de lo que digan, hagan y vean de los hombres.

El 20% restante, invariablemente se les grabará con lujo de detalles.

2 buzón de quejas:

Kyuuketsuki dijo...

Exacto: asi analizan cuando les conviene ¬¬ grrrrrrr

Malayerba Dárgelos dijo...

nah! somos adorables ^_^