9 de julio de 2009

Ellos y la belleza.

Cierto es que, los hombres pocas veces (casi nulas) se dan cuentan de los sacrificios que hacemos para vernos hermosas (y favor de no discutir este punto); pero cuando notan que no nos hemos arreglado y decidimos tomarnos un respiro del habitual ritual de belleza... pegan tremendos gritos, como si de ello dependiera la libertad de la raza humana.

Para la próxima vez que un ejemplar masculino macho-no-te-quiero-fodonga quiera iniciar una escenita al preguntarte si así te vas a quedar todo el día, sólo plantéale la posibilidad que te cubra en tu siguiente cita al salón de belleza; verás como cambia de opinión al instante y se disculpará por su idiotez:



Pero como eso de meter la pata no se les da, estos ejemplares masculinos siempre te sorprenderán de lo que pueden llegar a lograr; cuando crees que lo habías visto todo (ilusa!), te dejarán con la boca abierta y tremendo dolor de estómago de la risa:



O no?


Con eso de que son fanáticos de NO leer las instrucciones antes de hacer 'algo' y JAMÁS preguntan quién-sabe-por-qué; pero nosotras sí tenemos sentido del humor, 'alguien' quiso experimentar pensando como un homo-sapiens-pinus y ésto fue lo que resultó:

2 buzón de quejas:

Kyuuketsuki dijo...

Jajajaja, ok, PROMETIDO que prestaré mayor atención a esos detalles, lo juro

Malayerba Dárgelos dijo...

eso es todo...