6 de febrero de 2010

Anatema 700... 1


"El latido fétido."

No era cosa de Dios, ni del Diablo...

Aparentemente.

Recuerdo el día que lo conocí, desde ese instante sabía que era el indicado, lo sabía, lo sentía y no dudé. Miré sus ojos resplandecientes, tanto como el sol en su silueta. Cómo me miraba y me dejaba aprisionar entre sus brazos sin poner resistencia.

No recuerdo otro momento en mi vida en que me haya sentido tan bien, tan feliz.

Hablaba de su vida, con aspecto trágico; tal vez, creía que el destino era sumamente malvado con él, con muchos obstáculos y resentimientos. Yo deseaba protegerlo, cuidarlo y procurarlo. Tal vez, necesitaba de alguien que lo comprendiera, lo apoyara y le amara incondicionalmente; mi instinto necesitaba protegerlo.

Y no dudé, jamás dudé; de lo que decía, de lo que veía, de él.

Era amor, es amor; sembrado en mis entrañas, que va más allá de mi corazón, de mi mente, de mis pensamientos y de mí. Hace tiempo que lo esperaba, esperaba el momento de drogarme así y dejarme llevar por ese poder. De hacer locuras por amor.

Los demás hablaban de sus 'locuras', no entendía, no sabía a lo que se referían; ahora tenía una historia llena de 'amor'. De lo afortunado de encontrarnos en el mismo camino, de mirarnos justo en ese momento, de aquél primer contacto con su piel y el estremecimiento de mi estómago al tenerlo de frente y abalanzarme a él, con todas mis fuerzas y ganas de entregarle el alma, lo que tenía almacenado en todos y cada uno de mis poros, de mi cuerpo; de poseerlo apasionadamente mientras pudiera, ¿Qué podía hacer yo sino entregarme por completo?

Pero un día, cambió; algo en él cambió y quería explicaciones, quería saber qué había hecho mal, que tenía que corregir, si ya no le era hermosa, si ya no le gustaba. Tenía que ser yo la que estaba mal, seguramente ya no me arreglaba del mismo modo o había comido demasiado; algo tenía que hacer.

No podía dejar escapar ese amor, ya no podría vivir sin él; ya no podría salir a la calle sola, no podría aguantar el no pensar en alguien cada mañana, ver a mis amigos felices con sus historias y seguir siendo la que no tenía una qué contar...

Tendría miedo de sentir la cama tan amplia, de no tener a alguien para quién arreglarme y sentirme deseada y amada...

Sé lo que piensa, que es baja autoestima (no me mire así, por favor), es sólo que esa dependencia a tener a alguien por quien preocuparte, a quien llamar sólo por oír una voz ajena a mis lazos sanguíneos, de hablar con alguien con quien no tuviera al mismo tiempo mi período (alguien que no entendiera de cólicos y lloriqueos por nada), de querer iniciar una pelea para esperar una reconciliación desnuda.

Tal vez, ya estaba harta de mi libertad y quería a alguien con quien compartirla... ¿Acaso la soledad le interesa?

Ya no querría mis labios inmaculados, mi tiempo libre, mi masturbación a solas... no querría dejarlo ir y que se me escapara de las manos todo ese amor.

Lo sé... no pensé, sólo lo hicé y lo volvería a hacer; si con eso se me garantizará que tendría de nuevo esos días a su lado.

¿Amor? ¿Si fue por amor? ¿Por qué otra cosa sería sino amor? No me mire como si estuviera loca o desquiciada, porque no es así, simplemente lo hicé por amor. Porque él me amó, seguro que sí me amó.

_____________

El amor tiene varias caras, queremos pensar que es el motor que mueve al mundo; pero es malvado darnos cuenta cómo lo hace.

Sin embargo, nos mueve a todos, todos lo deseamos, lo buscamos y tratamos de mantenerlo a nuestro lado.

¿Quién puede tener la certeza de identificar hasta dónde se puede actuar por amor? ¿Cuándo es que algo tan sublime se convierte en un demonio interno que carcome y corrompe?

Y cuando ese demonio actúa en nosotros, jamás imaginamos el poder que ejerce, el daño que puede producir y nos produce; porque algunos gritan que el amor duele, nos pega en lo más vulnerable de nuestro ser y jamás tenemos la defensa perfecta ante él.

Puede ser uno de los demonios más crueles y perversos; puede ser lo más sublime y poderoso o todo lo contrario...

lo hacemos por amor.



0 buzón de quejas: