La Redención...
Muy dentro de nosotros, la buscamos como fin último.
Porque en el fondo sabemos que nuestros demonios nos infunden miedo; todos tenemos demonios propios. Nunca son los mismos, no los vemos de la misma forma y no les tememos con la misma intensidad.
A través de la historia, se nos ha hecho creer que podemos encontrarlos con la misma fórmula, con la misma cara y con la misma tarjeta de presentación; pero la humanidad jamás se ha conformado con eso y lejos de temerles, podríamos invitarlos.
La delgada línea de lo bueno y lo malo, de lo blanco y lo negro, del bien y el mal será eternamente pervertida, a merced de nuestros deseos y ansías, por curiosidad o simple purificación; porque nada en este mundo tiene una etiqueta invariable y lo bueno puede volverse malvado.
¿Cuál es tu demonio?
¿Te fumarías un porro con el mío?
¿Cuál es tu demonio?
¿Te fumarías un porro con el mío?
"El demonio se agita a mi lado sin cesar; flota a mi alrededor cual aire impalpable; lo respiro, siento cómo quema mi pulmón y lo llena de un deseo eterno y culpable."
Charles Baudelaire.
3 buzón de quejas:
El bien y el mal, el castigo y la redención inclusive, hacen sentido en nuestra cultura, donde existe un "cielo" y un "infierno"; donde nos enseñan que la realidad es dicotómica y que debe uno escoger bandos desde joven...
Me gustó mucho más la aproximación a nuestros demonios personales, tan distintos para cada quien y tan volubles a lo largo de nuestra propia vida. Más que enfrentar el mal, el secreto está en saber enfrentarse a nuestros demonios. Y no querer "verlos" en la gente que tenemos enfrente...
Abrazo!
G.
si ese demonio es la fuente de tu inspiración, sí.
siempre y cuando prometa no sacar azufre malviajoso por la boca.
G:
Abrazo de vuelta y con beso añadido. De eso se trata de entender que los demonios viven en nosotros y que no es necesario tomar el elevador para encontrarlos, ya sea sotano o penthouse.
Don Luis:
Que dice que no promete nada, pior aún, que se va a poner muy malviajado y no se hace responsable de las consecuencias... según él; pero aquí entre nos, sí, si inspira el (los) maldito(s), bienvenido al despapaye!!!
Publicar un comentario