29 de marzo de 2010

I put a spell on you...


Su voz parecía tener otro color, su alma albergaba emociones contradictorias; tenía el talento en la sangre y todo hubiese sido perfecto hasta que se dio cuenta que debía pagar un precio muy alto.

De qué le valía tener el alma descubierta si nadie la quería ver. El consuelo estaba en el fondo de una botella de whisky... los viajes vinieron después, después de desgarrar la garganta y el corazón.

Amar a alguien... sólo eso, todos pedimos eso; aunque sin esa tremenda carga emocional que pocos hacen de ello un arte, un legado y un grito de dolor.

Bruja, musa, persona, mujer... ante todo mujer; la bruja blanca cósmica que cantaba blues en un ghetto prohibido, elitista, difícil.

Qué duro habrá sido ser un ícono rebelde, inteligente y motivador que incluso tuvo que venir Pearl para dejarla caminar por la calles sin tener que dar explicaciones; qué duro habrá sido combatir con el transfondo de lo que realmente buscaba en esta vida: El Amor.

Pero es grande, es esperanzadora, es ella: La Bruja Cósmica que reencarnará amada...

Maybe.


Y al que final, todo sale valiendo nada para demostrar que es mi ídola (try just a little bit harder).


24 de marzo de 2010

Chunche Chachachá.

Carro + 2 chicas + noche + rola = 2 nenas coreando a todo lo que da después de una reunión memorable...

Ya tenemos rola!!!

22 de marzo de 2010

Anatema 700... 2


Atenea / Afrodita.

era el halago o la presunción...
era sólo el poder.


Yo estaba ahí... él, lejos; tal vez a kilómetros de distancia, con otro rostro en la mente, pensando que no me daba cuenta.

Al principio era un golpe a mi orgullo, necesitaba tenerlo por completo, aunque fuera por unas horas; sin embargo, sus caricias, besos, miradas y entrega denotaban mucho más de lo que trataba de controlar. Hombre al fin.

Cree tener el control y eso me enternece; el tema del poder le interesa, le intriga y pretende no importarle... como lo dije: me enternece.

Y del mismo modo, me da rabia tener por entendido que hay alguien más; alguien con quien jugar el resto de lo que hay entre las dos.

Por un momento, pensé que estaba celosa de ella; pero después de múltiples visitas a su lado, de horas a su lado, entendí de un modo enfermo que sí lo estaba... estaba celosa de ella; pero no por él, eso lo hubiera hecho más simple y fácil, estaba celosa de lo que ella provocaba en él

Ése era el poder que realmente me interesaba; me carcomía saber que las cosas no fueron así conmigo. Mujer al fin.

Hasta que un día, sin esperarlo y entre líneas, me dio el poder...

Ya no me importaba ser la única, tenerlo por completo; tenía lo que tanto quería: el poder en sus instintos.

A ella le dejo lo demás y que lo aproveche, que tenga el lado luminoso; yo quiero el lado oscuro.

Que ella sea su Atenea...

Claro me quedó que soy la Afrodita, que sea él quién luche con eso.

Que ejerza el poder que tanto lucha por ignorar: razonando.

Yo quiero el otro poder, lo tengo por completo; si no... él ya no estaría aquí.

Así, ¿Qué más Poder que ése, desearía?





10 de marzo de 2010

Palabras personales a una chica impersonal.


En las primeras horas, me miré al espejo para ver si había cambios y los notaba; pero no.

Repasé cada pulgada, cada rasgo y fijamente, admiré la mirada; tantos años y no sabía el color de mis ojos, penetrantes como me suelen decir. Dicen ser la ventana del alma, la encontré en paz.

Inicié un interrogatorio con imagen de inocente:

-¿Cómo te sientes?
-¿Estás bien?
-¿Estás en paz?
-¿Estás feliz?
-¿Eres feliz?
-¿Eres feliz?
-Sí

Sin notarlo, dos lágrimas me rodaron por las mejillas y las admiré, las sentí, las disfrute. Hacía mucho que no salían ese tipo de lágrimas... de mis ojos.

-No te preocupes, te las mereces. Estaremos bien.
-Todo luce mejor, ¿no crees? Estaremos bien.
-¡Feliz día!

Sonreí como hace mucho no lo hacía, sólo para mí y me tiré en la cama.

Mi vida grandiosa o no; ha sido hermosa, vertiginosa e intensa. No la cambiaría, ni un ápice. Lo que viene luce mejor, eso espero; si no, de todos modos bienvenido.

Las cosas lucen distinto en este punto.

6 de marzo de 2010

16 de nuevo...


Hace unas semanas, mi hermana y yo nos fuimos al concierto de Panteón Rococó.
Hace unos días, ví algunos de los videos que tomó. Cierto es que, me sentí otra vez de 16 y fué raro; porque tal cual diría Cindy:
-"Eran de tus tiempos, ¿verdad?"
Aunque me enoje, tiene algo de razón; posible es que a su edad, los escuchaba. Regresando a la tocada mencionada, fue un sentimiento raro sentir nostalgia por aquellos días.
Días en que, mis gloriosas botas mineras, camisa de franela a cuadros y walkman en mano juntos, nos encaminábamos hacia la Voca 1 y a media mañana, llegaron los famosos porros a sacarnos 'por las buenas' e iniciar el ritual de la quema del Puma.
Entonar cánticos y brincar sobre el 'cadáver' de un Puma, golpeado, capeado y ardiendo. Sonar del himno del IPN... toda una bacanal!
Fue la primera y última quema digna que viví en ese entonces, como novatada nos subieron a un camión 'secuestrado' y nos bajaron a la avenida paralela después de un rondín clásico por todo lo que abarcaba el Bosque de Aragón y casi estamparnos en un poste.
Y podría pasarme horas platicando de las experiencias del bachillerato, pero no; sólo importa mencionar que hace unas semanas, recordé intensamente cuando tenía 16 y nuevas cosas aparecieron en mi vida.
Mi amiga de toda la vida, mis constantes roces con el lado oscuro, mi etapa grillera y Julio...
Fue una lástima que mi hermana no se percatara de mi slam y le fuera inadvertido, ver a la gran concurrencia bailando como entonces, como si todos nos hubiéramos transportado en masa y los años se detuvieran por unas horas; parecía que en algún momento compartimos aquellos pupitres aprendiendo a enfrentar un mundo avasallante en ritmo; que admirábamos el mismo graffitti en el muro que antes era intocable; como si todos recordáramos las andanzas en el Chopo, Coyoacán y Balderas; como si estuvierámos de nuevo en aquellas tocadas brincando, cantando y bailando ska.
Me pregunto si aún ese espíritu combatiente nos pertenece o pasamos al bloque que creíamos jamás alcanzar sin darnos cuenta. Cuántos habremos guardado las camisolas en el clóset y las botas en una caja sin querer.

Sí! De nuevo tenía 16 y el ambiente se olía, se sentía y se veía como en aquellos días.



pd. en ésta también estuve y casi me disloco el cuello.
pd2. así era el arte en este post... todo fumado.