20 de febrero de 2010

Chunche Chachachá.

Combo doble.

Hace unas horas, me enteré que Sabo Romo había sufrido un infarto; no puedo confirmar la noticia aún porque, sencillamente no hay algo sobre esto, espero no sea cierto, pero si sí, buena vibra para que salga adelante.

Y siendo un pilar importantísimo en la historia del rock mexicano, una rola llena de poesía, dolor y amor encabritado... intensa pues, una de mis favoritas de yasabenquegrupo:




Como ya me es costumbre, me la pasé escuchando a Julia Palacios, en su muy bonito programa ObladiOblada (y como ella confirma, dicha canción es la más infumable de los 'bitles'), se la pasó homenajeando a My Sharona, ya que su autor murió el día más meloso en el calendario post-azteca (pues no creo que los Aztecas se las gastaran con una celebración tan chafa); pero a mi parecer, le faltó una versión totonaca que, me recordó esas andanzas vikingas inolvidables en el santuario del Bull... cuando este grupito de 'aficionados' se las gastaban tocando nuestros gustos culposos, terminábamos gritando sudando y saltando sin control (amooo a Brian Amadeus!!! por cierto) y al tratar de abrir mi puerta, nomás no me atinaba a la cerradura; hace justo (santa cachucha!!!) 10 años... qué buenas pedas!!! (no porque sepa, me han contado), el one hit wonder por excelencia:

2 buzón de quejas:

Georgells dijo...

¡¿Quéjese a gusto?! Para algunos, quizá. Otros nos contentamos con leerte y, a veces, tratar de provocarte...

Los Beatles son un grupo complicado. O quizá no ellos, sino el mundo en el que vivimos. Para algunos, son dioses. Para otros, pueblerinos. Obladí Obladá es una canción que lo mismo encanta que aborrece. La culpa nunca será de los Beatles, sino del espectador... (o "auditor" quizá?)

No sé cuándo murió el autor de "My Sharona", aunque imagino que se circunscribió al 14 de febrero, fecha ínclita en el imaginario popular moderno internacional... (Y nho sólo en el azteca-totonaca-mixteca-tarahumara, etc., como podría suponerse).

Le dejo a la imaginación el escuchar de Yann Tiersen "La Dispute", del Soundtrack de Amelié. Y al mismo tiempo imaginar si el amor tenía o no cabida en los mundos remotos que colisionan en su imaginación...

G.

Malayerba Dárgelos dijo...

G:

Justo en este momento la estoy disfrutando, sin contar que Amelié es una de mis películas favoritas...

La provocación es un placer oculto en el ser humano... una necesidad a ser confrontados y mezclar sensaciones a veces tan obtusas, lo que a propósito resulta muy tentador; si alguien provoca así, es un placer ser provocada!

Divago un poco en la mención de la imaginación de quién, (a temor de relucir mi ego) creáme, el amor me es tan fascinante que, dudo en estarlo más por sus lados oscuros o por los brillantes.

Por la provocación, quizás.

Un beso.